sábado, 10 de agosto de 2013

El Infierno sobre la tierra

                                                Las cárceles en mi Puerto Rico

He dicho siempre que es mejor estar muerto que estar preso en una de nuestras cárceles. No importa cuan majestuoso sea su nombre. El hombre comete delitos y es necesario que sufra algún tipo de castigo conforme a su delito. Existen ocasiones en que una persona buena, se descontrola ante el desatino de otra. Nadie sabe cuanto sufre un padre cuando ve que sus hijos no pueden tener la educación y el alimento apropiado. Cuanta locura puede haber en una cabeza cuando una bala andariega mata a uno de sus seres queridos. Tampoco podemos entender como puede actuar un hombre que se enfrenta ante una injusticia. No es fácil entender como se puede ir a una cárcel cuando la vida no nos proporciona el empleo necesario para mantener unos hijos que por x razones viven con su madre. 

El asunto es que todos estamos expuestos por alguna razón a estar detenidos en el peor de los lugares, la cárcel. Permita Dios que los que tengan que ir al infierno, no tengan que pasar lo que pasan nuestros hombres en una cárcel. Uno de los delitos más comunes entre los presos es el uso de las drogas. Son numerosos los encarcelados por usar drogas que de alguna forma la obtuvieron de los grandes empresarios o carteles. Un niño es capturado por las redes de estos grandes magnates, que no tienen conciencia de patria, ni de Dios, del dolor profundo que producen en las familias. ¿Y para que quieren el dinero? He visto que para vivir se necesita poco. ¿De que le sirve el sobrante a uno de estos negociantes que escasamente llegará a los 60 en caso de que haya un milagro?

Nos meten nuestra gente en un presidio, miles de ellos son buenos, otros debieran estar en solitaria, porque no se les apaga la mala conciencia. Siguen haciendo daño. Creando malestar y matando dicen que a sus propios compañeros. Allí adentro de esas paredes ocurren barbaridades ,no existe ley ni justicia. Todo es apariencia. Miles de empleados no remedian mal alguno o quizás muy pocos. Los tienen en grandes aulas con rejas abiertas. Conocen al detalle las diferentes agrupaciones y saben muy bien como entra la droga, el dinero y quien sabe que otras cosas.

Si te tocara visitar a un amigo, no sabes por cuanta vigilancia, cuanta autoridad, cuantos perros te olfatean y si por mala suerte dieras positivo. Te desnudarían y te abrirían todas tus vergüenzas. Y adentro de las aulas, cuantos dan positivos. ¿Como llego la droga? ¿Que te contestan los oficiales sobre el asunto? No sabemos, la tiran por el patio. ¿Sera necesario crear unas Islas Marías en P.R? A veces pagas servicios médicos a los tuyos, ellos dicen que poseen las mejores facilidades médicas, pero los pacientes se mueren de Guerrero a Ponce.