lunes, 10 de marzo de 2014

MAESTRO DE MAESTROS DR.JUAN B. RIVERO R.I.P.

                         
                                    Dr. Juan B. Rivero no ha muerto
El Eclesiástico es bien claro. Los hombres nobles y buenos honran sus antepasados , sus familiares ,esposa ,hijos ,nietos ,la patria donde nacen y al mundo. EsTe es mi hermano y maestro, el Dr. Juan  B .Rivero ,profesor distinguido de la Universidad de P.R. Maestro de maestros .Detallar cada una de sus hazañas en el campo del  quehacer y el saber humano ,ha sido ya tan ilustrado por tantas fuentes que considero obviar lo que todos conocemos. Vino a mi Quebradillas hace más de treinta años en busca de un sapito, que había sido descubierto por el Dr. Don Julio García Díaz , acompañado de herpetólogos de otras naciones, entre ellos un sabio del zoológico de Canadá y su discípulo Ernesto Estremera. En la finca de mi esposa encontraron un par en plexo amoroso y se lo llevaron a Canadá. Quedé impresionado con el maestro Rivero y me convertí en su discípulo. Nuestra relación sería ,encuentros en un aula sin paredes, la campiña de mi P.R. Mientras caminábamos,  me ilustraba de tantos saberes ,en una forma tan espontánea, tan amistosa, tan respetuosa. No sé como en un cerebro de tan pocos cc , había tanto que enseñar. Arte, historia, música, poesía, botánica, horticultura, anécdotas con grandes amigos nativos y extranjeros. Aquello parecía una ensalada de relámpagos, destellos de su gran sabiduría. El tema  menos   tocado eran los reptiles. Nunca los he apreciado , desde que me hablaron del Génesis .Pasaron los años y recibo una llamada telefónica del maestro. “”desde hoy eres mi colega”” ,me había recomendado para un nombramiento ad honorem en el departamento de biología del RUM. Pasado eL tiempo decidió hacer un libro  sobre las plantas silvestres y me tomó como su ayudante. Lo terminamos, con la ayuda  de muchas personas buenas. Ese tiempo fue maravilloso, sus últimos  momentos, ya su cuerpo empezaba a deteriorarse y aunque su voluntad no flaqueaba, se acogía a pequeños descansos tapatíos. Hoy que no tengo al maestro, no me siento triste, sino agradecido a Dios que me  dio un hermano, un amigo y al Maestro de Maestros de mi Universidad de  Puerto Rico
                Miguel A. Vives  (Papo)        10 de marzo 2014 A.D.