¿Cómo despertarles sin hacer ruido? ¿Se debería tener consideración alguna con un pueblo que ha decidido meter su cabeza en el surco y aceptar con genuina cobardía toda suerte de vejámenes como si ello significara un premio a la docilidad?
A diario vemos cómo en nuestro país se esquilma cada bien que el pueblo posee. No importa de dónde provengan los fondos o bienes del pueblo, parece haberse institucionalizado un apetito voraz sobre ellos. En cada esquina hay alguien planificando cómo dar el próximo tumbe; grande o pequeño, a instituciones gubernamentales, a asociaciones cívicas, a instituciones cooperativistas… en fin, cualquier bien es apetecido y se entiende que está ahí para que el más listo se haga con él. Sabido es que todo crimen contra lo ajeno ha sido estimulado por el sentimiento colectivo de que siempre habrá de salir airosa y triunfante la impunidad. Impunidad que parece haber sido añadida como enmienda furtiva a nuestra carta magna como pilar de garantía absoluta para quien delinca en nuestro terruño.
Parece que de un tiempo a esta parte lo único que importa es la riqueza y el poder que ella le garantiza a quien la posea.
Siendo esto último un hecho de fácil constatación, si quisiéramos atajar la embestida mezquina que amenaza con acabar con nosotros, podríamos considerar darle a esos compatriotas nuestro que solo piensan en el tumbe, de su propia medicina.
Propongo que se legisle con voto unánime (si es que se atreven) en vivo, por todos los canales de TV, todas las estacionas radiales y redes sociales, el establecimiento, con rango constitucional, de un fondo jugoso, a perpetuidad, donde se premie en sustancial metálico a quien delate y lleve a la convicción, a todo aquel que cometa cualquier tipo de delito contra cualquier bien ajeno.
Convencido estoy de que la avaricia se impondrá sobre cualquier otro impulso y que redundará en una limpieza social sin precedente.
¿No creen que es hora ya de despertar de esta pesadilla?
Nota: Ruego que no se hagan los que no han leído lo anterior y decidan no comentar…recuerden que su silencio les hace cómplices.
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