EL ALMA
Don
Horacio Quiroga es un gran narrador de
cuentos que llevan siempre algo de lo que fue su triste vida. Le llaman el narrador
que nació con el signo de la muerte. Un disparo accidental mata a su padre, su
padrastro se suicida, accidentalmente mata a un amigo, su primera esposa se
suicida y el termina suicidándose al no encontrar remedio para una enfermedad
terminal. Sus narraciones o cuentos Tienen cierto parecido con las narraciones
de Edgard Allan Poe. Hay algo de misterio ,desesperación y tragedia.
Leyendo uno
de sus cuentos titulado ”A la deriva “ me ha dado con pensar seriamente sobre
algo que solamente es parte del ser humano; El alma.
El
argumento es muy intenso y asfixiante. Imagínese que usted es mordido por una
víbora muy venenosa, (difícil de ocurrir en la isla). Usted siente la mordida.
Sobre su dedo se marcan dos gotas de sangre. Usted está muy apartado de la
ciudad y quien puede ayudarlo es la persona con la que tuvo dificultades. Su
pie se va hinchando, se hace un torniquete a la altura del tobillo, pero el
dolor sigue creciendo. El color de su pierna se gangrena, el torniquete es
necesario soltarlo. El dolor se va levantando cada minuto que pasa y llega a la
cintura. Con la poca fuerza que tiene se
tiende sobre su barca, pero sus brazos se paralizan. Déjase llevar por las aguas
mientras en su mente acuden los recuerdos de aquel amigo perdido un jueves en
una disputa sin sentido. De momento a la altura de su pecho, su temperatura
baja y siente una paz muy conmovedora. Deja de respirar. Es jueves.
La vida del
ser humano, nace de dos células con vida, células que al unirse forman células
homólogas a todos los seres vivos. ¿Que sucede en preciso instante en que llega
la vida? Aquí es donde creo que entra algo que nos hace distintos y que hemos
querido llamar alma, neuma o
sencillamente soplo. Va creciendo con la división celular, se van diferenciando,
especializándose y convirtiéndose en criatura. ¿De donde proviene? Pensadores
como Pitágoras, Siddhartha, Lao Tse, anteriores
a Abraham la consideran una parte de la fuerza o energía creadora, que puede
malograrse y necesita tomar posesión de otro cuerpo hasta la perfección. Dios
no permite manchas y el alma manchada deja residuos que han de remediarse en
otras células vivas. Algunos llaman a ese Dios, la Gran Nada. Los maestros como Abraham, Moisés, Cristo y Mahoma la consideran como creación divina que se inmortaliza, aún cuando ya no hayan
células vivientes. No hay posibilidad de un retorno al mismo cuerpo u a otro
similar, si no al final de los tiempos y
el espacio, donde adquieren cuerpos incorruptibles (no hay células). Van a lugares o a estados que no podemos imaginar,
cielo, infierno y purgatorio. Horacio me hace pensar que el alma se va
lentamente del cuerpo, poco a poco en el dolor, la desesperación y termina dejando una felicidad que comienza
cuando ya no se respira. Es jueves.
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