A Baby Luciano
No se si lo q pasa en mi pueblo pasa en los
demás, pero si puedo decir con certeza q nuestro pueblo,ha tenido un caudal de
maestros en cada una de las artes y de los oficios. Conservamos algunos y entre
ellos se encuentra una maravillosa persona, a la q llamamos Baby Luciano. Se
llama Rubén y el apelativo de Baby lo obtuvo para aquella época del bambino
Babe Ruth, gloria de la pelota o baseball americano. Para aquellos tiempo el
era pelotero ,más tarde o simultáneamente participó en el baloncesto callejero y tengo entendido q
participó con aquellas glorias de nuestro baloncesto.Conocí a Baby cuando era
pequeño en un sector de la calle San Justo q le llamaban el Rabo del Buey. Vivía
en una casa trepadita sobre un terraplén q se parecía a un Partenón sin
columnas. Allí con su esposa ,Milagros y más luego con tres vástagos. Admiraba
aquel nidito de golondrinas. Baby amaba
mucho a su esposa, la cuidaba con esmero y educaba a su progenie con aquellas
costumbres con las q había aprendido de
sus padres. Mi abuelo Don Juan Heyliger lo quería mucho, y realmente era el único que podía cantar con aquella voz
potente de mi abuelo. Las tardes en que se reunían para cantar canciones viejísimas
con aquel estilo q sólo he oído en tríos como el Matamorros, con aquellos
contrapuntos y vocales finales alargadas como jota española, eran
maravillosas. La voz de aquel joven que subía hasta el tercer cielo,.la
claridad de cada nota, de cada vocal y de sus correspondientes eses, me llenaban de entusiasmo de envidia, de
deseo de tener voz para tan siquiera hacerles la tercera. A veces mi abuelito
me enseñaba las letras de sus canciones para q lo acompañara a cantar con el ,y a mi aprovechaba a tratar
de imitar a Baby, pero tan solo salían pizquetes y gallos a todo color, pero me
sentía q formaba parte del trío, y eso era importante en mi mente de niño. Las canciones las acompañaba la guitarra de Baby,
como la tocaba,¡ay virgen de los remedios!,como cambiaba de notas ,enriqueciéndola
con aquellos arpegios y con invenciones no puestas en libros de música alguna. No había en el
vecindario quien no suspendiera sus tareas para oír aquellos dos colosos. Que
seriedad para la perfección., pues Baby nunca ha permitido errores en la
ejecución y a su alrededor los guitarristas tienen sumo cuidado, cuando esta el
Maestro, que puede ser tierno al aconsejar al q no sabe, pero q también es
navaja afilada y duro para el pretencioso, para aquellos virtuosos a medias. Hay otra cosa en el
Maestro que no se puede pasar por alto, y son sus vastos conocimientos de la
música popular. Quien sabe hasta donde se remontan en el tiempo, lo q sabe Baby
de los compositores y conjuntos musicales. Si usted quiere oír algo añejo, algo
de música con letra de poesía, con verdadero sentimiento, algo que le rompa las
entretelas de su alma, dígaselo al Maestro y ya verá como lo llevará por esos
mundos del amor, de la ilusión, de la pasión y del sufrimiento humano.
No
hace mucho me dio con acompañar a un
amigo, a la Casa de la Bohemia Quebradillana, cuyo dueño es un estudiante q
tiene una voz maravillosa, el Sr.Carlos
Velásquez, y cuando estoy para salir llega Don Baby ,en voz baja me dice
Carlos lo q sabemos de música se lo debemos a él, el es nuestro maestro. Tremenda
confesión ,llena de agradecimiento, de reconocimiento al q verdaderamente se lo
merece. Maestros como estos no los producen las Universidades, nacieron con un
don muy especial, esa gracia q Dios solo da a quien quiere, pero especialmente
a los humildes, de tal manera q nadie pueda hacer ostentación sino mas bien ,en
gesto humilde dar gracias. He visto a Baby conmoverse ,he visto como de sus
ojos en silencio se ha deslizado una lágrima al interpretar una de aquellas
canciones de los tiempos buenos, y he entendido que no canta Baby con la voz, canta
con el alma, y sus mensajes, a todos nos conmueven pero también nos dan alegría
y felicidad. Cuando estén Carlos el estudiante y Baby el Maestro, pídanle q
interprete una de esas canciones, donde cada cual canta lo suyo y vera q lo en
este cuento les he hablado es veraz.
Ahora que Baby ha entrado en los cincuenta, me
hace recordar a Don Pedro Vargas,lo vi cantar ya mucho mayor, y q voz Sr., asi
le pasa al Maestro su voz y su guitarra, son como el vino añejo,cada vez mejor.
Es mucho lo q hay q decir de Baby,como aquellas participaciones en la radio en Arecibo
y otras miles de cosas q pueden añadir de los q hemos disfrutado de su persona. A
veces los pueblos pasan por alto a estos nuestros Maestro, yo sencillamente
quiero rendirle tributo a este humilde cancionero.
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