lunes, 28 de enero de 2013

Maestro y Padrino Baby Luciano


 

A Baby Luciano

   No se si lo q pasa en mi pueblo pasa en los demás, pero si puedo decir con certeza q nuestro pueblo,ha tenido un caudal de maestros en cada una de las artes y de los oficios. Conservamos algunos y entre ellos se encuentra una maravillosa persona, a la q llamamos Baby Luciano. Se llama Rubén y el apelativo de Baby lo obtuvo para aquella época del bambino Babe Ruth, gloria de la pelota o baseball americano. Para aquellos tiempo el era pelotero ,más tarde o simultáneamente  participó en el  baloncesto callejero y tengo entendido q participó con aquellas glorias de nuestro baloncesto.Conocí a Baby cuando era pequeño en un sector de la calle San Justo q le llamaban el Rabo del Buey. Vivía en una casa trepadita sobre un terraplén q se parecía a un Partenón  sin  columnas. Allí con su esposa ,Milagros y más luego con tres vástagos. Admiraba aquel nidito de golondrinas. Baby  amaba mucho a su esposa, la cuidaba con esmero y educaba a su progenie con aquellas costumbres  con las q había aprendido de sus padres. Mi abuelo Don Juan Heyliger lo quería mucho, y realmente  era el único que podía cantar con aquella voz potente de mi abuelo. Las tardes en que se reunían para cantar canciones viejísimas con aquel estilo q sólo he oído en tríos como el Matamorros, con aquellos contrapuntos y vocales  finales  alargadas como jota española, eran maravillosas. La voz de aquel joven que subía hasta el tercer cielo,.la claridad de cada nota, de cada vocal y de sus correspondientes  eses, me llenaban de entusiasmo de envidia, de deseo de tener voz para tan siquiera hacerles la tercera. A veces mi abuelito me enseñaba las letras de sus canciones para q lo acompañara  a cantar con el ,y a mi aprovechaba a tratar de imitar a Baby, pero tan solo salían pizquetes y gallos a todo color, pero me sentía q formaba parte del trío, y eso era importante  en mi mente de niño.  Las canciones las acompañaba la guitarra de Baby, como la tocaba,¡ay virgen de los remedios!,como cambiaba de notas ,enriqueciéndola con aquellos arpegios y con invenciones no puestas  en libros de música alguna. No había en el vecindario quien no suspendiera sus tareas para oír aquellos dos colosos. Que seriedad para la perfección., pues Baby nunca ha permitido errores en la ejecución y a su alrededor los guitarristas tienen sumo cuidado, cuando esta el Maestro, que puede ser tierno al aconsejar al q no sabe, pero q también es navaja afilada y duro para el pretencioso, para aquellos  virtuosos a medias. Hay otra cosa en el Maestro que no se puede pasar por alto, y son sus vastos conocimientos de la música popular. Quien sabe hasta donde se remontan en el tiempo, lo q sabe Baby de los compositores y conjuntos musicales. Si usted quiere oír algo añejo, algo de música con letra  de poesía, con  verdadero sentimiento, algo que le rompa las entretelas de su alma, dígaselo al Maestro y ya verá como lo llevará por esos mundos del amor, de la ilusión, de la pasión y del sufrimiento humano.

     No hace mucho me dio con acompañar  a un amigo, a la Casa de la Bohemia Quebradillana, cuyo dueño es un estudiante q tiene una voz maravillosa, el Sr.Carlos  Velásquez, y cuando estoy para salir llega Don Baby ,en voz baja me dice Carlos lo q sabemos de música se lo debemos a él, el es nuestro maestro. Tremenda confesión ,llena de agradecimiento, de reconocimiento al q verdaderamente se lo merece. Maestros como estos no los producen las Universidades, nacieron con un don muy especial, esa gracia q Dios solo da a quien quiere, pero especialmente a los humildes, de tal manera q nadie pueda hacer ostentación sino mas bien ,en gesto humilde dar gracias. He visto a Baby conmoverse ,he visto como de sus ojos en silencio se ha deslizado una lágrima al interpretar una de aquellas canciones de los tiempos buenos, y he entendido que no canta Baby con la voz, canta con el alma, y sus mensajes, a todos nos conmueven pero también nos dan alegría y felicidad. Cuando estén Carlos el estudiante y Baby el Maestro, pídanle q interprete una de esas canciones, donde cada cual canta lo suyo y vera q lo en este cuento les he hablado es veraz.

 Ahora que Baby ha entrado en los cincuenta, me hace recordar a Don Pedro Vargas,lo vi cantar ya mucho mayor, y q voz Sr., asi le pasa al Maestro su voz y su guitarra, son como el vino añejo,cada vez mejor. Es mucho lo q hay q decir de Baby,como aquellas participaciones en la radio en Arecibo

 y otras miles de cosas q pueden añadir  de los q hemos disfrutado de su persona. A veces los pueblos pasan por alto a estos nuestros Maestro, yo sencillamente quiero rendirle tributo a este humilde cancionero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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