Un Día Sin Pecado
La mañana del
sábado me levantó el timbrado del teléfono para recordarme la actividad que los Rotarios junto a la organización de
ornitología (SOPI) de PR, habían planeado para el día. El asunto era limpiar los mangles de
la playa del Peñón de Brusii de Camuy. Algo me decía o presagiaba que iba a ser
un día que aumentaría nuestro entusiasmo, algo nuevo en verdad. La semana había
sido dura, habían estado anunciando por boletines radiales y televisivos que un
huracán de políticos estaba azotando a la isla y que vientos entre el 5 y el 7
habían paralizado a 90000 empleados públicos . La playa estaba llena de personas
de todas clases, rotarios, pajareros de Camuy y otros pueblos, doctores en
medicina, el Director Regional de Recursos Naturales con sus empleados,
maestros, estudiantes, familias enteras y un poco mas tarde aparecieron un
grupo de jóvenes de la Tropa de Escuchas de Quebradillas elegantemente vestidos
con camisetas de un color anaranjado brillante con su director Gerardo Medina. Las actividades habían sido
planeadas tipo reloj suizo y eran tan diversas
y tan acomodadas que nos sentíamos como párvulos de kindergarden. Nos
entregaron guantes y unas bolsas
inmensas con una hoja de anotación. Con las debidas
orientaciones de seguridad nos fuimos a limpiar el manglar. Es fantástico el
ambiente, algo como película de misterio de Alfred Hitchcock, árboles con
grandes y entretejidos zancos, hojas de
diferentes tonalidades de verde, raíces
que salían de las aguas estancadas como pulmones del mangle prieto en un ambiente hipersalino, hojas capaces de extraer sal y cristalizarlas. Mosquitos y majes bobos, esos vampiros que se adormecen cuando
chupan y acaban con nuestra paciencia, chinches y un millar de huecos habitáculos
de jueyes de varias clases, entre ellos el juey común y el cangrejo violín, para completar la residencia de un ambulante
colegial o de un ermitaño, una casa sólo con paredes y asientos de cajas de
cartón, con libros sabios protegidos en
bolsa plástica, ¡Que felicidad! Terminada
la limpieza volvimos al área de reunión para las actividades educativas.
Los maestros se lucieron, gracias a la ausencia de la pizarra y a la participación activa de los activistas,
parecían juegos de infantes, sin necesidad de la libreta aprendimos
un montón de cosas que no se nos van a olvidar. Hablaron de la flora, de las
condiciones del manglar de su importancia, de las 43 especies de aves que lo visitaban. Dos de ellos, el
machambo y la garza ganadera, estuvieron atentos todo el día como vigilantes de
sus propiedades de “Los intrusos”. Al
mediodía nos obsequiaron con un festín y a los jóvenes con tremendos Whopers. En
la tarde la lección magisterial del Director del programa , el profesor
Israel Guzmán un joven de poeta negra barba. El Tema era, "Las aves
endémicas de PR". Alguno de los pájaros mencionados todos llenos de apelativos (Cosas que pasaron por mi
mente) fueron: el ingeniero de las aves, el Carpintero vestido frac con corbata roja, del Medio Peso o Barrancolí con nombre azteca, de las burlas a los humanos que hacen los dos Pájaros Bobos, el mayor y el menor, del canto lastimero de la Llorosa, del juí, de los Pitirres el menor, de la Reina Mora mucho plumaje y
poca voz, de la Mariquita de los manglares, del disfraz y mimetismo perfecto del Guabairo, del sabio Búho, de la Trepadora
del Yunque , del Come Ñame y su pito de adolescente
enamorado. Un
pajarito que todo el mundo oye pero que nadie ve el Bienteveo, dos Picaflores, la
Calandria , el negro Turpial manchado de amarillo y de los esfuerzos y millones
usados para que no se nos acabe nuestra
cotorra. Sobre la Llorosa (Nesospingus speculiferous) se nos dijo que era la
única especie animal en PR, doblemente endémico en su género y especie,
compañero de la también doble especie endémica la planta, el Bejuco Colorao de
PR (Neurodolphia volúbilis). El maestro había traído una caja tipo LLorens Torres donde había capturado los trinos de
cada uno de los pájaros endémicos y acompañaba su charla con comentarios
jocosos, muy traídos al tema. Terminamos el día con los discursos y una
bendición especial. Habíamos pasado un día sin pecados, cuando se tiene todo el
tiempo en tareas sanas y llenas de experiencias gratas, no hay tiempo para la
maldad, ya lo decía Dostoyeski, el que tiene su tiempo ocupado está con Dios.
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